La transición de una habitación infantil a una habitación de adolescente es un momento emocionante que merece ser celebrado y diseñado cuidadosamente.
Nuestro cliente nos planteó crear una visión clara y realista del espacio que se convertiría en el refugio de su hijo en crecimiento. Optamos por utilizar la tecnología de fotografías 3D, lo que permitió a nuestro cliente visualizar con precisión cómo se vería la habitación antes de realizar cualquier cambio físico. Esta herramienta nos proporcionó una visión detallada de las posibilidades y el potencial de la habitación adolescente.
En cuanto a la iluminación, optamos por integrar una luz LED indirecta en el cabecero frontal de la cama, que permitió una iluminación suave y relajante para momentos de estudio o descanso. Además, reconocimos la importancia de proteger las paredes de posibles daños y manchas. Por lo tanto, incorporamos un cabecero y/o arrimadero lateral que no solo cumplía esta función práctica, sino que también aportaba un elemento estilístico a la habitación.
En lo que respecta a la decoración, elegimos utilizar papel en las paredes de los cabezales. Esta elección no solo añadió calidez al espacio, sino que también incorporó tonos neutrales y nórdicos que crearon un ambiente relajante y versátil.
Nuestro cliente expresó su deseo de contar con un espejo de cuerpo entero que no solo cumpliera su función práctica, sino que también añadiera un toque de elegancia y estilo al espacio.
Estamos encantados de haber sido parte de esta transformación y esperamos que este espacio sea un reflejo perfecto de la evolución de un niño en un adolescente, un lugar donde pueden crecer, relajarse y expresarse plenamente.